Somos un par de sonidos


Somos un par de sonidos


Alguna vez te has preguntado ¿Cómo serías si fueses un sonido?

Al despertar te encuentras con que afuera de tu habitación en algún lugar se escucha un extraño sonido, un sonido diferente que te complace, te levantas con toda tranquilidad pues dicho sonido te inspira calma y serenidad, te estiras y deduces que hoy será un buen día.

Al estar de pie lo primero que haces es buscar la fuente de dicho sonido peculiar, te asomas por la ventana pero de ahí no viene, buscas dentro y fuera de tu casa sin embargo no encuentras la dichosa fuente.

En fin, continuas preparándote para la rutina diaria pero de una forma diferente, pues tienes una felicidad que hace mucho no poseías, el sonido continuaba por tu mente – ¿puedes imaginar el sonido?  Si alguna vez lo has escuchado tráelo a la vida y revive el sonido que mas feliz te hace, recordando que debe ser un sonido –

El sonido cambia de ritmo conforme las actividades que realizas (curioso efecto, ¿no lo crees?) y es la base de todos tus movimientos, sin darte cuenta te adecuas al sonido y el sonido se adapta a ti y a las circunstancias.

– te has preguntado: ¿habrá alguien más que escuche ese sonido? –

En realidad vives en un mundo de sonidos individuales que rigen el funcionamiento de cada una de las personas, pocas serán las personas que logre percibir el sonido que tu escuchas. Dichas personas se convertirán en tus mejores amigos y sólo una se convertirá en el amor de tu vida.

Tu búsqueda por la fuente del sonido ha pasado a ser de poca importancia, es entonces cuando te planteo lo siguiente: – si el sonido fuera la descripción de ti, de tu pensar, de tu sentir; de todos los instrumentos conocidos y por conocer ¿Cuál serias tu y por qué? ¿Hasta donde puede llegar tu sonido? –

Tú, autor de un sonido único, te has preguntado si tu esencia (trascenderá el tiempo o si eres capaz de lograr lo imposible y tu sonido viajará a través del vacío). Ahora entiendes que tu sonido es virtuoso no sólo por el hecho de ser único sino porque eres capaz de ser percibido por los demás y complementar a los que así lo desean, compartirás alegrías y tristezas al unísono pero siempre acompañado cual orquesta que produce la mejor sinfonía y tú serás parte de ésta.

Llegará el momento en que no distinguirás que eres parte fundamental de una orquesta pero la pregunta seguirá vigente:

¿Cómo serías si fueses un sonido?

Por Felipe de Jesús Mendoza Aguilera

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